Descripción
Fecha de caducidad: 25/11/2018
Las semillas de chía (salvia hispánica) es una planta procedente de México y Guatemala. Era conocida y se cultivaba ya en la época precolombina. Los Aztecas la valoraban por sus semillas, ya que suponían una comida muy nutritiva, y formaban parte de las bebidas. Asimismo, las semillas de chía eran la forma de pago para los sacerdotes y la nobleza azteca.
Chía es una planta anual de hojas anchas y flores pequeñas, de color púrpura o blanco. Los frutos de chía contienen una gran cantidad de semillas ovales. A pesar del pequeño tamaño de las semillas de chía, son uno de los alimentos más ricos en valiosos nutrientes en el mundo.
Composición
Composición: semillas de chía 100%
El producto puede contener trazas de: gluten, frutos secos, sésamo, mostaza y soja.
Conservar en un lugar fresco y seco.
Valores nutricionales de las semillas de chía (en 100g):
Valor energético – 486 kcal
Proteína total – 16.54 g
Grasa – 30.74 g
Carbohidratos – 42.12 g
Fibra – 34.4 g
Vitaminas
Vitamina C – 1.6 mg
Tiamina – 0.620 mg
Riboflavina – 0.170 mg
Niacina – 8.830 mg
Vitamina A – 54 IU
Vitamina E – 0.50 mg
Minerales
Calcio – 631 mg
Hierro – 7.72 mg
Magnesio – 335mg
Fósforo -860 mg
Potasio – 407 mg
Sodio – 16 mg
Zinc – 4.58 mg
Ácidos grasos (en una porción – 28g)
Omega-3-4915 mg
Omega-6-1620 mg

Valores de referencia para una persona adulta (8400kJ/2000kcal)
El uso
Para obtener los mejores resultados, se recomienda el consumo regular de las semillas de chía. Por otra parte, se recomiendan a las personas que siguen una dieta.
Debido a sus características, las semillas de chía deben incluirse en cada menú. Se pueden comer y cocinar de muchas maneras, dependiendo de la imaginación y el gusto de cada uno. Hay muchas maneras de inluirlas en nuestra dieta. Se pueden añadir, entre otras cosas, a:
– Batidos
– Flanes
– Ensaladas, crepes, tortillas, cereales
– Cereales, copos de avena
– Una vez molidas pueden añadirse al pan, pasteles o crepes, o como sustituto del pan rallado
– De las semillas molidas se puede preparar un flan
– Cubrir con agua caliente para conseguir una especie de gelatina, capaz de hidratar el cuerpo
– Comer como aperitivo o topping para los bocadillos
– Moler y en forma de polvo utilizarlas como espesante para sopas y salsas
– Se pueden añadir a las mermeladas, copos de avena, yogures, ensaladas y otros platos, tanto fríos, como calientes.
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